Las mujeres especiales de los jugadores
- Shanelly Guzmán Aguilar
- 16 mar 2017
- 4 Min. de lectura

Cuando hablamos del apoyo que reciben los jugadores desde pequeños, cuando jugaban en las ligas infantiles, durante su preparación como profesionales y también durante su carrera, siempre mencionamos a los padres, a sus familias, ya sea esposa o hijos, pero hay unas personas muy especiales que pocos tienen la dicha de tener, ellas son sus cómplices, sus mejores amigas, sus adorados tormentos, sus dolores de cabezas y muchas cosas más, me refiero a las hermanas. Sí, esas mujeres que también forman parte de la vida de un beisbolista, las que pocas veces se sabe que existen, pero son en repetidas ocasiones las que sufren en las gradas, las que gritan de alegría en el estadio y ese apoyo incondicional que no se compara con nada.
Tengo la fortuna de no sólo haber sido hija de un beisbolista, sino ahora ser hermana de un profesional del beisbol, a quién a pesar de que es más joven que yo, lo admiro mucho y esa admiración se da porque la relación entre hermanos es tan inexplicable, que podemos sentir lo que siente el otro, cada triunfo, cada caída, cada sacrificio y cada batalla es como si fuera mía, es por eso que celebro con mucha intensidad cuando veo a mi hermano lograr el éxito. Así como también siempre estoy para regañarlo, apoyarlo, escucharlo y disfrutar cada uno de sus batazos y sus buenas jugadas, soy y siempre seré para él, compañera fiel.
Aquí les presento a algunas de esas personas especiales, de esas hermanas que no se cansan de admirar en las gradas a esos hermanos que alguna vez jugaron con ellas y que han tenido que verlos partir para cumplir sus sueños.
Ider Araiza
Hermana de Armando Araiza, receptor de Yaquis de Cd. Obregón - Tigres de Quintana Roo y actualmente pertenece a los Bravos de Atlanta.
Literalmente desde que tengo uso de razón ando en juegos apoyándolo, para mi todo esto ha tenido sus faces como: entender y aprender a estar sin mi hermano, ya que solo somos él y yo. Mi mamá siempre nos inculcó que nos debíamos querer uno al otro y apoyarnos en todo, claro como todo hermano con sus disgustos de vez en cuando. Siempre he estado orgullosa de él. Recuerdo que aunque le cerraron mil puertas, él entrenaba más para mejorar, eso es algo que nunca se me olvidará: SU LUCHA. Nunca se dejó caer porque no fue a un torneo o no fue seleccionado para un nacional.
El día que me desborde de orgullo y admiración por él, fue cuando firmó para un equipo de Estados Unidos, su esfuerzo estaba dándole frutos. Es una emoción que no se explica, el verlo portar un jersey y una gorra de equipos tan importantes. Verlo y disfrutarlo tres días al año era mucho, pero al pasar el tiempo te vas "imponiendo" ya que entiendes que están luchando por sus sueños, por cada día ser mejores, claro que para mi él es el mejor, aunque para la afición nunca nadie es suficiente, pero tienes que aguantar cada tipo de comentarios buenos, malos o de cualquier tipo.
Es un orgullo su esfuerzo, dedicación y entrenamiento gracias a mi Dios está donde está y ojalá me lo siga bendiciendo con muchos éxitos. Él no sólo es mi hermano, es mi mejor amigo, mi ejemplo a seguir y el mejor tío.
Islet Marquez
Hermana de Isidro Marquez, lanzador de los Piratas de Campeche y Mayos de Navojoa.
Al ver a mi hermano en el terreno de juego es un sentimiento único, ya que mirarlo realizar sus metas después de tanto esfuerzo y dedicación se siente muy bonito.
Llegan recuerdos a mi mente de cuando éramos unos niños e íbamos a verlo a sus partidos cada sábado, mi mama y yo siempre lo apoyábamos con porras.
Ahora, estar en un estadio de beisbol profesional, lleno de gente, que lo está viendo jugar, me llena de orgullo. Cuando escucho que la gente lo apoya llega un sentimiento de felicidad, siento un nudo en la garganta y cosquillas en el estomago. Al verlo arriba de la loma, y lanzar igual que mi papá (“Chilo Marquez”) me siento como pavoreal al decir que soy su hermana. Se que él todavía puede llegar más lejos, es muy disciplinado y el que trabaja Dios lo ayuda.
Vanessa Flores
Hermana de Fernando Flores, receptor de los Piratas de Campeche y Mayos de Navojoa, y del lanzador de los Toros de Tijuana y Naranjeros de Hermosillo, Alejandro Flores.
Para mí todo esto ha sido un proceso, recuerdo cuando era más chica (soy la más peque) lo difícil que era ver cómo mis compañeros de vida pasaban la mayor parte del tiempo fuera, yo no entendía mucho de béisbol, mi papá me explicaba y así fui aprendiendo poco a poco, lo único que yo sabía era que ellos estaban luchando por algo que los hacía felices. La primera vez que vi a mi hermano jugar profesional o "semi" fue en la televisión, cuando Fernando jugó el juego de futuras estrellas en la academia. Yo solo recuerdo que mi corazón se quería salir, lloraba de alegría y han pasado años ya, y sigo llorando al verlos jugar.
La mejor experiencia que he vivido hasta ahora como hermana de 2 jugadores es: el 12 de octubre de 2013, que inauguraron Mayos vs Naranjeros , y que tenía a los dos juntos, en diferentes equipos pero juntos y me sentía como pavorreal. Es triste cuando veo comentarios negativos hacia ellos, pero con el tiempo me he acostumbrado (no me he acostumbrado, pero supongo que así es jaja). Me encanta verlos jugar y es padrísimo saber que están trabajando en lo que a ellos más les gusta. Pero han pasado tantos años y yo aún no me acostumbro ha estar lejos de ellos. Tengo días en los que veo sus juegos y digo: Yo dormía con ellos todos los días y ahora sólo podemos pasar cuando mucho un mes juntos al año, eso sí, SOY LA MÁS ORGULLOSA y estoy feliz porque se que mi hijo tendrá el mejor ejemplo de vida que es el de sus tíos y claro el de su papá.
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